14 abril, 2016

Mi Regalo Anhelado

Amada mía
llegaste a mi vida
y se desvaneció
la soledad que me cubría,
como se desvanece la noche
cuando llega el día.

En tus ojos me quiero mirar
y con tu pelo suelto jugar.
Tus labios quiero besar
y tus tiernas manos
entre las mías tomar.

Eres mi regalo anhelado,
que con fervor pedí 
al mismo Dios que adoramos.

Pacientemente te esperé,
ahora estás aquí a mi lado.

27 enero, 2016

Inolvidable Atardecer

Contemplando
un hermoso atardecer
sentí muy dentro de mi ser,
al Señor, deseos de agradecer
que mis ojos pudieran ver
sus maravillas por doquier.
 
Mirando aquel bello paisaje,
pude traer a mi mente
mis más gratos pensamientos,
recuerdos de amores inolvidables
y pude sentir dentro de mi ser
una agradable sensación
de paz y amor.
 
Aquella tarde
me pregunté una y otra vez,
¿por qué algunos hombres
en Dios no han de creer?
Si la naturaleza es fiel evidencia
de que su existencia es verdadera.
Le rogué que iluminara
el corazón de aquellas almas,
en las tinieblas no se pierdan
la luz en ellas resplandezca.
 
Fue inevitable no expresarle
lo que mi corazón 
sintió aquella tarde,
mientras el sol me sonreía
tras las montañas ocultándose.
 
Esperé a la luna,
se asomó y me saludó
con una tierna sonrisa.